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Cultivo Hidropónico en Sustrato: Guía en 7 Pasos
Tiempo de lectura 16 min.
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Descubre con nuestra guía detallada cómo cultivar hortalizas mediante Hidroponía en Sustrato. Utiliza materiales económicos y accesibles, ideal tanto para principiantes como expertos, permitiendo un cultivo casero o profesional.
Antes de iniciar, hablemos un poco sobre:
¿Qué es la hidroponía en sustrato?
El cultivo en sustrato es una técnica hidropónica en la que las plantas se cultivan en un medio de
crecimiento que difiere de la tierra, empleando medios de cultivo inertes que no interfieren en la
nutrición de la planta. Estos sustratos pueden tener origen mineral, como la perlita, la vermiculita, el
tezontle o el tepojal, o bien ser de origen orgánico, como el peat moss, la fibra de coco, la cascarilla
de arroz, el aserrín, entre otros.
Esta técnica permite el desarrollo de las plantas al proporcionar un ambiente controlado para las
raíces, ofreciendo una combinación adecuada de aireación, retención de agua, nutrientes y soporte
estructural para el crecimiento.
Al cultivar en sustrato, se pueden controlar con mayor precisión la nutrición, el riego y otros aspectos
ambientales, lo que resulta en un mayor rendimiento y eficiencia en comparación con los métodos de
cultivo convencionales en suelo. De ahí que sea el más utilizado en cultivos tecnificados o en
invernadero.
De todas las técnicas hidropónicas, en mi opinión, no solo es la más fácil para comenzar, si no
también de llevar a cabo, debido a las siguientes puntos clave:
Cultivar en sustrato es más fácil que otras técnicas de hidroponía.
Menor dependencia de equipos y sistemas complejos:
A diferencia de la hidroponía sin sustrato, que demanda sistemas de circulación y filtración más
sofisticados, la hidroponía en sustrato puede operar eficientemente con equipos más sencillos, como
el riego por goteo o sistemas de inundación y drenaje. Esto no solo resulta en una mayor simplicidad
operativa, sino también se traduce en un costo de inversión significativamente inferior.
Mayor retención de nutrientes y agua:
Los sustratos empleados en la hidroponía, como la fibra de coco, el peat moss, la perlita o la
vermiculita, poseen una notable capacidad de retención de agua y nutrientes. Esto facilita un
suministro regular a las plantas, disminuyendo la necesidad de riego frecuente y minimizando la
pérdida de nutrientes mediante la lixiviación.
Menor riesgo frente a fallos en el suministro de agua o nutrientes:
En caso de problemas con el suministro de agua o nutrientes, los sustratos cuentan con una
capacidad de retención que otorga tiempo para corregir los inconvenientes en el sistema de riego sin
afectar el cultivo. En contraste, en sistemas como NFT, raíz flotante y aeroponía, cualquier fallo se
refleja rápidamente en el estado de las plantas, al estar en contacto directo con la solución nutritiva.
Desarrollo radicular óptimo:
Los sustratos ofrecen un entorno más estable para el crecimiento de las raíces, promoviendo un
desarrollo natural y saludable. Esto se traduce en un crecimiento acelerado de las plantas, ya que
pueden absorber de manera más eficiente el agua y los nutrientes disponibles.
Menor riesgo de toxicidad por acumulación de sales:
Algunos métodos de hidroponía sin sustrato pueden generar una acumulación gradual de sales
minerales, lo cual podría resultar perjudicial para las plantas. Los sustratos utilizados en la hidroponía
facilitan un drenaje más efectivo de estas sales, previniendo la acumulación y disminuyendo el riesgo
de toxicidad para las plantas.
Entonces, ¿Qué es un sustrato para hidroponía?
Un sustrato hidropónico es un medio inerte (que no aporta ningún nutriente a las plantas) y es
utilizado en sistemas de cultivo hidropónico para proporcionar soporte a las raíces de las plantas,
mientras se suministran nutrientes y agua de manera controlada.
Mientras sea inerte, un sustrato puede ser:
-Orgánico: Como la cascarilla de arroz y café, el peat moss, aserrín y la fibra de coco.
-Inorgánico:Como la Perlita, la Vermiculita, la lana de Roca, tezontle, grava y Foami Agrícola.
Ejemplos de diferentes sustratos.
Para sabe un poco más sobre los sustratos te recomiendo consultar nuestra guía sobre “Sustrato Hidropónico: 10 claves para seleccionar el mejor” donde podrás encontrar mas ejemplos de sustratos comerciales y no comerciales para que
puedas escoger el sustrato que mejor se adapte a tu cultivo y economía.
Con algunos conocimientos previos, podemos dar inicio a los pasos necesarios para establecer un
cultivo en hidroponía utilizando un sustrato.
Paso 1. Selección de los materiales para comenzar un cultivo hidropónico en sustrato.
Si no estas familiarizado con los términos utilizados, a continuación, te recomiendo consultar la “Guía:
Cultivo hidropónico: ¿Cómo empezarlo?”.
Donde viene una explicación de cada uno de ellos para que estés un poco más familiarizado.
En cuanto a los productos que vamos a utilizar, los he seleccionado principalmente por su facilidad de
uso. Dado que muchos están llevando a cabo su primer cultivo, es importante contar con opciones
que se adapten a todos los niveles, incluso para aquellos principiantes o personas que desean
minimizar riesgos.
a) Semillero o Almácigo para realizar la germinación.
En este caso, emplearemos semilleros de espuma agrícola.
A diferencia de los semilleros convencionales, estos están fabricados con espuma fenólica, lo que les
confiere una mayor capacidad de retención de líquidos en comparación con otros sustratos. Además,
vienen con bloques desprendibles que evitan el desperdicio de material.
b) Sobres de semillas de 1 gramo.
Utilizaremos diferentes variedades de semillas de hortalizas en empaques de un gramo. Al ser sobres pequeños, no habrá desperdicio de semilla, tomando solo las necesarias y volviendo a cerrar el sobre para poder almacenarlo para nuestra siguiente siembra.
c) Bolsas para cultivo bicolor de 35x35.
Usaremos bolsas de cultivo para tener por separados cada una de las hortalizas sembradas, a
diferencia de hacerlo en una cama de cultivo o bancal, de igual forma la elección de las bolsas de
cultivo sobre una maceta es el precio más accesible, además de que para una prueba de cultivo, este
tipo de contenedor se presta muy bien.
Pero, ¿Porque usar bolsas bicolor (blanco/negro) en lugar de bolsas para cultivo
completamente negras?
En cuanto a la elección de una bolsa bicolor en lugar de una completamente negra para las plantas,
esto se debe al control de la temperatura sobre el sustrato, lo que resulta en un desarrollo más óptimo
de las raíces.
La parte externa de color claro refleja la luz solar, contribuyendo a mantener una temperatura más
baja dentro de la bolsa. Esto ayuda a prevenir el sobrecalentamiento del sustrato y protege las raíces
de temperaturas elevadas que podrían ser perjudiciales para su crecimiento.
Por otro lado, la cara interna de color oscuro absorbe más calor, contribuyendo al calentamiento del
sustrato en situaciones no favorables, como en condiciones frescas o frías. Esto favorece el
crecimiento de las raíces, especialmente en climas más frescos.
d) Solución nutritiva ya preparada para cultivo de hortalizas en hidroponía.
¿Y porqué utilizar una solución nutritiva ya elabora a diferencia de realizar una nosotros?
La elección de una Solución nutritiva preelaborada presenta ventajas notables, tales como su facilidad
de uso, formulación precisa y equilibrada de nutrientes, así como un menor riesgo de errores en la
dosificación que podrían resultar perjudiciales para las plantas. Principalmente, brinda accesibilidad a
aquellos que no poseen conocimientos profundos sobre nutrición vegetal.
Estas soluciones comerciales, como la Solución Nutritiva Hydro Environment para Hortalizas,
aseguran un suministro apropiado de nutrientes. En contraste, la elaboración de una mezcla propia
con fertilizantes individuales puede demandar un mayor conocimiento técnico y conlleva un riesgo
más elevado de cometer errores en la proporción de nutrientes, lo que podría tener un impacto
negativo en el crecimiento de las plantas.
Paso 2. Comenzar el proceso de siembra de la semillas.
Antes de comenzar, es muy importante lavarse las manos y usar ropa adecuada y limpia, además de
guantes para manipular las semillas. El lugar de trabajo también debe estar limpio.?
Ahora, es momento de determinar cuántas plantas necesitarás. Por ejemplo, si has adquirido 30
bolsas de cultivo y planeas utilizarlas todas, deberás tomar entre 34 y 35 bloques del semillero de
foami agrícola, considerando un porcentaje de germinación de las semillas del 85%.
El resto del semillero puede guardarse para futuros usos, solo asegúrate de protegerlo de la luz y el
polvo.
Con mucho cuidado corta el semillero de foami, de acuerdo a los bloques que acordamos utilizar y
tratando de que todos entren bien en un contenedor, este puede ser un plato profundo o algún otro
recipiente que permita sumergirlos totalmente en agua.
Lo importante es que el recipiente contenga el agua, para que nuestro semillero cuente con humedad
constante y las semillas logren germinar.
Para una producción profesional, se suelen utilizar la Charola plana para base de germinación, pero
al tratarse de una guía de introducción y al ser tan pocos los bloques de foami, no es necesario
todavía y con un recipiente común se puede seguir adelante.
Las semillas para siembra ya vienen tratadas para utilizarse inmediatamente, solamente coloca una
semilla por cada orificio de tu semillero.
*NOTA: Recuerda colocar una etiqueta o banderilla que te ayude a identificar las plántulas en cuando
germinen y cuando lo hiciste.
Ahora, agrega agua al semillero de foami, hasta que su color se oscurezca un poco.
Verifica que esté totalmente húmedo y procura mantenerlo así, para garantizar la germinación de
todas las semillas.
Sigue las siguientes recomendaciones para que tus semillas germinen correctamente:
Humedad constante: Asegúrate de que los cubos de foami se mantenga ligeramente
húmedos, evitando que se sobre sature de agua. Puedes utilizar un pulverizador o regar con
precaución para mantener una humedad constante. Es importante evitar que la espuma
agrícola flote en el agua; simplemente, asegúrate de que haya un pequeño charco debajo
durante todo el período de germinación
Temperatura óptima: La temperatura desempeña un papel crucial en el proceso de
germinación. Procura mantener un ambiente cálido y constante, preferiblemente entre 15 a
25°C. Puedes emplear un calentador o en el caso de una producción comercial, un cuarto
destinado específicamente para ello. En el ámbito del cultivo doméstico, coloca el semillero en
un lugar cálido de tu hogar como la cocina, también resulta efectivo.
Ventilación: Asegúrate de que haya una ventilación adecuada para el semillero, con ello
evitaras problemas con enfermedades. En el caso del foami agrícola, con que no esté
sumergido totalmente y solo tenga una poca de agua por debajo, se evitan problemas con el
exceso de humedad y el aire que circula normalmente puede mantener en buen estado el
semillero.
Protección y cuidado: Te recomendamos cubrir la parte superior del semillero con una hoja de papel
periódico y así mantener la humedad en la parte superior, creando un microclima adecuado para la
germinación. Una vez que las plántulas empiecen a emerger, retira el papel.
Paso 3. ¿Qué hacer cuando germinen tus semillas?
Si sigues los pasos anteriores, es probable que tus semillas comiencen a germinar en un período que
oscila entre 1 a 7 días, con algunas variando hasta los 10 días. Este proceso se dará siempre y
cuando mantengas tu semillero con constante humedad. Es importante destacar que el tiempo de
germinación puede variar según el tipo de hortaliza, las condiciones climáticas y los cuidados que
proporciones.
Por ejemplo, las semillas de jitomate tienden a germinar en condiciones óptimas de humedad,
temperatura y luz en un período que puede oscilar entre 5 y 10 días. Sin embargo, en casos
particulares, como las semillas de chile, personalmente he experimentado tiempos de germinación de
hasta 21 días, especialmente con el chile serrano. Por lo tanto, es importante ser paciente con estas
semillas durante este lapso de tiempo.
Una vez que tus plántulas han emergido por completo, lo primero que se observará son dos
estructuras similares a hojas, conocidas como hojas cotiledonales. Estas son esencialmente las
primeras hojas que surgen de una semilla germinada.
Estas estructuras, también conocidas como hojas embrionarias, son distintas de las hojas verdaderas
de la planta y suelen tener una forma y apariencia diferentes. Su función principal es proveer
nutrientes almacenados en la semilla para el crecimiento inicial de la plántula, hasta que las hojas
verdaderas se desarrollen y comiencen la fotosíntesis.
Desde el momento en que aparecen las hojas embrionarias o cotiledonales, es el momento de
colocar el semillero en un lugar donde reciba más luz, de preferencia la luz de la mañana o de la
tarde, pero no al sol directo todo el día.
En un proyecto comercial, las semillas se colocan en un cuarto de germinación o casa sombra donde
usualmente están protegidas del sol directo gracias a un plástico con sombra al 25% o una malla
sombra al 35%..
Vamos a mantener los bloques de foami agrícola regados con agua natural, hasta la aparición del
primer “par de hojas verdaderas”, que son el siguiente par de hojas en formarse después de los
cotiledones.
Cuando las “hojas verdaderas” aparezcan (o sea, cuando cuentes 4 hojas en las plántulas), sera el
momento para comenzar los riegos con Solución Nutritiva.
El mismo proceso que estuvimos haciendo con agua, evitando que se secara el semillero de foami y
dejando un pequeño reservorio debajo del semillero, ahora será con Solución Nutritiva preparada a
una tercera parte de la concentración recomendada.
Para preparar la solución nutritiva, te recomiendo consultar la guía “Como Preparar 20 litros de
Solucion Nutritiva Hydro Environment” donde viene este sencillo proceso.
Nota: Recuerda, en esta etapa, es solo una tercera parte de la dosis disuelta en agua.
Solo resta esperar algunos días hasta que las plántulas cuenten con 3 pares de hojas o alcancen una
altura de 10 centímetros. En ese momento, estaremos listos para llevar a cabo el llenado de nuestras
bolsas de cultivo y proceder con el trasplante.
Mientras tanto es momento de ir pensando en el sustrato adecuado para nuestro cultivo.
Paso 4. ¿Cómo seleccionar el sustrato adecuado para mi cultivo?
Como hemos mencionado anteriormente, hay varios tipos de sustrato disponibles para llenar las
bolsas. Te recomendamos consultar la guía titulada "Sustrato Hidropónico: 10 claves para seleccionar el mejor" para que puedas
seleccionar el más adecuado según el tipo de cultivo, consideraciones económicas y decidas si
prefieres utilizarlo de manera individual o mezclado con alguno de los otros sustratos mencionados en
la guía.
En esta guía encontraras algunos ejemplos de sustratos que inclusive vienen ya en su bolsa de
cultivo y listos para usarse. Al final solo recuerda:
“A la hora de seleccionar un sustrato, lo único importante es encontrar un equilibrio entre las ventajas
que podría aportar a tus plantas y el costo que tendría para tu proyecto”.
Una vez que hayas seleccionado el sustrato, colócalo en un contenedor como una cubeta o tina.
Humedécelo gradualmente añadiendo poco a poco agua hasta que quede completamente saturado.
Paso 5. ¿Cómo hacer el llenado de las bolsas de cultivo?
Ahora agregaremos el sustrato humedecido a las bolsas de cultivo, llenando cada una de ellas a 5 cm
del borde aproximadamente.
Enseguida perforamos las bolsas, realizando entre 4 y 8 agujeros, estos deben quedar 2 cm por
arriba de la base de la bolsa, esto puede ser con ayuda de un cutter, tijeras o desarmador.
Es importante realizar estas perforación en la bolsa de cultivo, por lo siguiente:
Drenaje: Las perforaciones permitirán un drenaje adecuado y eliminar así el exceso de agua. Esto es
muy importante para evitar encharcamientos, lo que podría llevar a problemas con pudriciones en la
raíz por falta de oxígeno.
Aireación: Las perforaciones favorecen la circulación de oxígeno alrededor de las raíces de las
plantas. Las raíces requieren oxígeno para llevar a cabo el proceso de respiración celular y contar
con una adecuada aireación en el medio de cultivo contribuye a mantener un entorno propicio para el
crecimiento saludable de las plantas.
Evitar acumulación de sales y minerales: En el cultivo hidropónico en bolsa, las perforaciones
permiten que el exceso de sales y minerales se lave y drenen con el agua, evitando su acumulación
en el sustrato y esto afecte el desarrollo de las plantas.
Una vez que tengamos nuestras bolsas llenas y con sus perforaciones para el drenaje, es momento
de trasplantar nuestro cultivo a su lugar final de desarrollo.
Paso 6. ¿Cómo Realizar el Trasplante de tus plantas?
En general, cuando tu plántula tenga 3 pares de hojas o mida 10 centímetros de alto, es momento de
realizar el trasplante.
En el caso de la lechuga, arúgula y acelga, será cuando la plántula tenga 3 o 4 pares de hojas o
cuente con un diámetro de 10 centímetros.
El trasplante es el procedimiento de cambiar una planta desde su ubicación original, que suele ser un
semillero o un contenedor pequeño, a otro sitio, como un jardín, una maceta más grande o cualquier
otro entorno que permita que la planta crezca y se desarrolle.
Este procedimiento se lleva a cabo comúnmente con el objetivo de permitir que las plántulas o
plantas jóvenes alcancen un tamaño más adecuado para un crecimiento óptimo, o bien, para
trasladarlas a un lugar definitivo que favorezca su crecimiento y desarrollo.
Factores que provocan la perdida de plantas después del trasplante.
Daño en las raíces: Durante el trasplante, las raíces pueden sufrir daños, afectando
significativamente la capacidad de la planta para absorber agua y nutrientes. Este daño puede derivar
en deshidratación y estrés hídrico.
Shock por trasplante: Un cambio repentino de entorno, luz, temperatura y humedad puede causar
un shock en las plantas, lo que dificulta su adaptación al nuevo lugar. El estrés provocado puede
debilitarlas, haciéndolas más susceptibles a enfermedades y plagas.
Desajuste de condiciones: El sustrato del nuevo lugar puede presentar características distintas al
original, lo cual podría afectar la capacidad de la planta para absorber agua y nutrientes, generando
estrés en la misma.
Manipulación inadecuada: Manejar las plantas de manera brusca durante el trasplante puede
causar daños tanto a las raíces como a las partes aéreas de la misma, lo que podría generar un
estrés adicional y afectar su capacidad para recuperarse.
La elección del foami agrícola como semillero se hizo con la intención de evitar varios de los
inconvenientes mencionados anteriormente. Los bloques vienen separados de fábrica y solo es
necesario desprender unos de otro. Por lo tanto, la plántula no se extrae de su medio de desarrollo
original, sino que lleva consigo su medio de cultivo inicial para continuar creciendo en un segundo
entorno, sin abandonar el primero.
Si quieres ver paso a paso como se lleva a cabo el trasplante, te recomiendo la “Guía: Trasplante de
semillero de foami”
Paso 7. Cuidados específicos de tu cultivo: Riego, Poda, Tutorado y Control de plagas.
El último paso son los cuidados específicos a tener y esto depende en gran medida del cultivo
establecido.
De manera general, una vez que hayas trasplantado te recomendamos regar solamente con agua
para que las plantas se recuperen más rápidamente del estrés sufrido.
El periodo de tiempo para regar exclusivamente con agua después del trasplante dependerá de
diversos factores, como el tipo de planta, el sustrato utilizado, las condiciones ambientales y el
tamaño de la plántula. No obstante, en general, se sugiere esperar al menos una semana antes de
iniciar la aplicación de fertilizantes después del trasplante.
A partir de ese tiempo ya podrás comenzar los riegos con Solución Nutritiva disuelta en su dosis
normal.
En Hydro Environment contamos con varios paquetes prediseñados de sistemas de riegos para
cultivos en bolsa. Puedes consultarlos haciendo click aquí.
También puedes armar tu propio sistema, adquiriendo las piezas de riego por separado, conócelas
entrando aquí.
Tutorado de tu cultivo.
El tutorado de un cultivo es una práctica que consiste en el uso de soportes o estructuras para guiar y
sostener el crecimiento de las plantas. Estos soportes, llamados tutores, se utilizan principalmente en
cultivos que tienen tallos débiles o su crecimiento es al nivel del suelo, como el jitomate, pepino,
berenjena, chile, entre otros.
Estas son algunas de las hortalizas más comunes que suelen necesitar algún tipo de tutorado debido
a su naturaleza trepadora o al crecimiento vertical que presentan. En contraste, hay otras hortalizas
que tienden a mantenerse erguidas y no requieren soportes para su desarrollo:
Hortalizas que requieren tutorado | Hortalizas que no requieren tutorado |
---|---|
Tomates | Lechugas |
Pepinos | Zanahorias |
Guisantes | Rábanos |
Frijoles | Espinacas |
Calabazas | Calabazas |
Chícharo | Pimientos |
Ejote | Brócoli |
Melón | Coliflor |
Sin embargo, es importante mencionar que las prácticas agrícolas pueden variar y algunos
agricultores pueden optar por tutorar ciertos cultivos para facilitar su manejo, incluso si no lo requieren
estrictamente para su crecimiento.
La guía “¿Qué es el tutoreo o tutorado?”, está lista para que la puedas consultar y saber como llevarlo
a cabo y tomes la decisión que mejor se adapte a tu espacio de cultivo.
La poda de tu cultivo.
Hay algunos cultivos que necesitan de poda de flores y hojas durante su desarrollo, ya que puede
ofrecer varios beneficios:
Mejora la circulación de aire: Eliminar hojas y flores en exceso o enfermas contribuye a optimizar la
circulación del aire alrededor de la planta. Esto disminuye la humedad y reduce la probabilidad de
enfermedades y otros problemas que suelen propagarse en ambientes húmedos y poco ventilados.
Control de plagas y enfermedades: La eliminación de hojas y flores enfermas o dañadas actúa
como una medida preventiva contra la propagación de enfermedades y limita la proliferación de
insectos que a menudo encuentran refugio en estas partes de la planta.
Fomenta un crecimiento más fuerte: Al podar selectivamente hojas y flores, se concentra la energía
de la planta en áreas específicas, promoviendo un crecimiento más vigoroso y la producción de frutos
de mayor tamaño.
Mejora la calidad de la cosecha: Al retirar hojas y flores no productivas, se eleva la calidad de los
frutos al permitir que la planta dirija sus recursos hacia el desarrollo de frutos más grandes, una
maduración uniforme y una mayor producción.
Control de plagas y enfermedades en tu cultivo.
Sobre el punto de control de plagas y enfermedades quiero hacer mención de mi experiencia.
“Un cultivo que no ha tenido problemas con su riego ni solución nutritiva, cuenta con un espacio
adecuado para su ventilación y tiene una iluminación adecuada, puede llegar a la cosecha
completamente sana y sin tener problemas con las plagas”.
Mi primer problema con plagas fue con la famosa mosquita blanca, pero honestamente fue en un
cultivo de jitomate que batallé mucho con el riego, lo desarrolle en un sistema NFT, no calculé bien el
ancho de las tuberías y varias plantas empezaron a recibir mucha menos agua y solución nutritiva, lo
que las debilitó y las hizo propensas al ataque de esta plaga.
Una plaga es simplemente un medio eficiente de la naturaleza para que nada se desperdicie y atacan
principalmente a las plantas que se encuentran débiles, por lo que un cultivo sano es menos
propenso a una plaga que un cultivo débil. Sin embargo, en un cultivo a gran escala, es complicado
que el 100% de las plantas estén en perfectas condiciones, por lo que en un cultivo comercial es
necesario llevar medidas de control más estrictas sobre las plagas y enfermedades.
Te quiero compartir una serie de guías, sobre el control de plagas y enfermedades, donde hablamos
de prevención, pero también de su tratamiento:
Guía: de control general de plagas y enfermedades.
Prevención, control y eliminación de plagas y enfermedades.
Guía:General de aplicación para control de plagas y enfermedades.
Guía: Métodos y técnicas de control fitosanitario.
Guía: Enfermedades y plagas de los cultivos.
Guía: Enfermedades de las Plantas.
En Hydro Environment contamos con trampas para plagas, equipo de fumigación así como productos
de origen orgánico para que puedas controlar el problema, si gustas conocerlos entra aquí.
Solo recomendarte que utilices insecticidas, fungicidas y demás medios de origen orgánico o
naturales, que hoy en día ya son bastante económicos y seguros de usar, ya que es muy importante
que si los frutos son para tu hogar o de tus clientes, tengan la confianza de que el producto viene más
limpio y es más sano que si se hubiese cultivado en tierra de manera tradicional.
Encuentra tu guía de cultivo: