Guía: Cómo Utilizar Trampas Amarillas en Agricultura

¿Cómo se usa?

Una vez seleccionado el lugar donde se colocarán las trampas dependiendo del tipo de plaga y el tipo de cultivo, entre otros factores procederemos a hacer lo siguiente:

1.- Sujetamos con ayuda del alambre la lámina. También puedes ayudarte de un pequeño lazo o una varilla de 1m de alto como mínimo.
2.- Ya que ubicamos la trampa, despegamos con mucho cuidado la cubierta protectora del pegamento, notarás que en los lados donde está perforado existe un espacio sin pegamento que te permite tomar con facilidad la cubierta protectora, primero de un lado y luego del otro lado.
Recuerda que el área debe de estar libre de ramas u hojas.

Se puede utilizar también con feromonas o atrayentes alimenticios que se colocan sobre la lámina de la trampa o se impregnan en el pegamento. Esto aumentará su efectividad y ayudará a reducir la captura de insectos benéficos.

Una vez que las trampas se han colocado en sitios cuidadosamente seleccionados, con la densidad correcta y distribuidas en un orden adecuado, su ubicación debe registrarse. Para ello se prepara un mapa o un croquis de la localización de las trampas y del área circundante.

Las referencias para la ubicación de la trampa deben incluir marcas visibles en el terreno, en el caso de las trampas colocadas en huéspedes en áreas urbanas y suburbanas, la dirección completa de la propiedad en que se colocó la trampa. La referencia de la trampa debe ser lo suficientemente clara como para que se pueda encontrar con facilidad.

Disposición de la red de trampeo

Dependerá mucho del área si es pequeña o grande, la plaga a combatir, el cultivo a proteger, y el objetivo que se persigue.

En los programas de supresión/erradicación que se desarrollan en áreas amplias, es necesario desplegar una extensa red de trampas en toda el área sometida a las medidas de control. La disposición de la red de trampeo dependerá de las características del área.

En las áreas en que existen bloques compactos y continuos de huertos comerciales y en las áreas urbanas y suburbanas muy pobladas, donde los huéspedes se encuentran en los patios traseros, las trampas se disponen en un sistema tipo cuadrícula, con una distribución uniforme. La separación entre trampa y trampa puede ser desde 2 metros hasta 20 o 25 metros, también la separación puede ser de 10 metros lineales entre trampa y trampa para los cultivos en surco.

En las áreas con huertos comerciales dispersos, de aldeas rurales poco pobladas con huéspedes frutales en los patios traseros y en las zonas extensas con plantas hospederas silvestres y comerciales, la disposición de la red de trampeo es normalmente lineal, con un patrón de distribución que sigue los caminos que dan acceso a las plantas hospederas. La separación va de 10 a 25 metros entre trampa y trampa.

Uno de los factores más importantes de la colocación de la trampa es la selección de un lugar apropiado. Las trampas se colocan en las áreas de alto riesgo, así como en los puntos de entrada o en áreas con el mayor riesgo de ataque, es decir, cerca de las puertas, cerca de los bordes del invernadero y de las aberturas laterales de ventilación, también en los lugares donde se almacena la cosecha, cuando sea posible, las trampas que usan feromonas deben colocarse en las áreas de apareamiento.

Para realizar captura masiva, se puede colocar una trampa por cada 4-20 metros cuadrados o a un espacio de 2x2-5x4 m aproximadamente.

Para moscas de fruta podemos colocarlas en las copas de los árboles donde tengan sombra en el lado donde sopla el viento, también se pueden colocar en plantas o lugares que brinden refugio.

Las trampas deben estar entre 2 y 4 metros del suelo (según la altura del árbol hospedero) en medio de la parte alta de la copa del árbol hospedero y orientadas contra el viento. Las trampas no deben quedar expuestas directamente a la luz del sol, vientos fuertes o al polvo. Es de vital importancia que la entrada de la trampa se mantenga limpia de pequeñas ramas y hojas para permitir una circulación apropiada del aire y un acceso fácil de las moscas de la fruta.

Con los áfidos o pulgones se pueden utilizar trampas amarillas en la base del tallo y trampas horizontales. Típicamente los áfidos se congregan en el envés de la hoja y en los brotes apicales. Estas atraen a las formas aladas de pulgón (los que pueden volar). Es importante mencionar que la mielecilla secretada por los áfidos vuelve a las plantas pegajosas y favorece el desarrollo de un moho negro en el follaje.

Para detectar la entrada de pulgones coloque una trampa por cada 200 metros cuadrados de cultivo, a unos 30 centímetros por encima de las plantas, reforzando la zona cerca de las puertas y los bordes del invernadero. Para realizar captura masiva, se puede llegar a una trampa por cada 20 metros cuadrados.

Para el picudo o gorgojo del chile (anthonomus eugenii) se pueden detectar visualmente y mediante trampas amarillas. Dichas trampas se deben colocar de 10 a 60 centímetros del suelo, antes de la floración y se deben revisar al menos dos veces por semana. Si se opta por la observación visual, es necesario tomar muestras de brotes apicales, preferiblemente por la mañana. Se aconseja la intervención si se detecta del 0.25 al 1 por ciento de brotes infestados.

En minadores de la hoja, la población se eleva en los climas tropicales y en condiciones de invernadero. Para comprobar si hay minadores, se debe revisar el tejido de las hojas. La vigilancia de las colonias de plaga puede hacerse mediante trampas amarillas en la base del tallo y con trampas horizontales.

En la mosquita blanca se puede detectar la invasión prematuramente al utilizar las trampas amarillas, en la base del tallo. La plaga se alimenta principalmente de las hojas nuevas en la parte superior. El desarrollo y la reproducción de la mosca blanca de invernadero depende de la temperatura y aumenta con las temperaturas más elevadas. Lo importante es observar bien las plagas, tanto en el cultivo como sobre las placas adhesivas, un buen monitoreo es indispensable para realizar un control efectivo a tiempo.

Para el manejo de la mosca blanca se recomienda un programa integrado que se enfoque en la prevención y se base en la integración del control biológico cuando sea posible. Algunos ejemplos de manejo integrado son la colocación de mallas en las bandas de los invernaderos, limpieza de malas hierbas y tejidos de cultivos muertos y la colocación de trampas amarillas.

Cuando tenemos trips, el daño se puede notar al observar manchas plateadas en las hojas que brillan en el sol y se agrandan cuando crecen las hojas. Se puede vigilar a los adultos con trampas azules en la base del tallo y en la parte superior de la planta. Se debe concentrar la inspección de los trips de la flor, en los brotes o capullos y los trips de la cebolla en las hojas más jóvenes.

Para detectar la entrada de trips, coloque una por cada 200 metros cuadrados de cultivo, a unos 30 centímetros por encima de las plantas, reforzando la zona cerca de las puertas y los bordes del invernadero.

Además de que las trampas amarillas pueden atraer a las polillas, normalmente se usan para detectar la aparición de adultos y decidir si se comienza a tratar. En ese caso, se recomienda el uso de una trampa en campo por cada 5000 metros cuadrados (70 m x 71 m aproximadamente). También se utilizan como parte de trampas de luz, que ayudan atraer a los adultos que vuelan por la noche, para esto se utiliza una fuente de luz, que se enciende y apaga a intervalos durante la noche. Esta fuente de luz se sitúa sobre o a un lado de la trampa amarilla donde caen las polillas. Las trampas de luz no son específicas, caen todo tipo de mariposas nocturnas.

Para el control de polilla del tomate se recomienda realizar trampeo masivo con trampas cada 500 metros cuadrados.

Recuerda que las trampas normalmente no se pueden considerar medidas de control eficaces para el control o eliminación, ya que se deben acompañar de un manejo integrado de plagas que incluya la colocación de extractos naturales o barreras físicas, entre otros métodos.

A pesar de esto, si se colocan en los bordes del cultivo y dentro de él, son muy útiles para la detección temprana del insecto en nuestro cultivo, que nos ayudará a eliminarlos adecuadamente.