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Enfermedades de las Plantas: Causas, Síntomas y Soluciones


Enfermedades de las Plantas: Causas, Síntomas y Soluciones.
Ultima Actualización 19/Jun/2024
Escrito por: Ing. Ricardo Hernández Villaseñor

Tiempo de lectura 15 min

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Las plantas que cultivamos pueden ser atacadas por diversas enfermedades, las cuales se dividen en dos categorías principales: de origen infeccioso (bióticas o vivas) y de origen no infeccioso (abióticas o no vivas).

Los agentes infecciosos son causados por organismos vivos como bacterias, hongos, micoplasmas, nematodos y virus. Por otro lado, los agentes no infecciosos se deben a desbalances nutricionales, estrés ambiental y toxicidad química provocada por plaguicidas y contaminantes del aire.



Enfermedades de Plantas


Enfermedades Abióticas



Las enfermedades abióticas surgen de la falta o el exceso de algún factor necesario para la vida de la planta. No involucran patógenos y, por lo tanto, no se transmiten de una planta enferma a una sana.

Las plantas pueden verse afectadas en cualquier etapa de su desarrollo: desde la semilla, plántula, crecimiento, hasta la maduración o frutos. Además, estos problemas pueden presentarse durante el cultivo, el almacenamiento e incluso la comercialización.

Los síntomas de las enfermedades abióticas varían según el factor ambiental y la intensidad de la desviación del mismo. Pueden ser leves o severos, y en casos extremos, pueden llevar a la muerte de la planta.



Enfermedades Abióticas


Detectar enfermedades abióticas puede ser sencillo si se observan los síntomas característicos relacionados con el exceso o falta de algún factor ambiental. Sin embargo, en otros casos, es necesario examinar detalladamente las condiciones climáticas previas, los cambios en los niveles de contaminación del suelo y la atmósfera, así como las prácticas agrícolas realizadas.

Te recomendamos consultar nuestra Guía: Requerimientos básicos para las plantas para conocer las necesidades esenciales para el correcto desarrollo de las plantas.



Desarrollo de Jitomate


Es importante no confundir los síntomas de las enfermedades abióticas con aquellos causados por virus y microorganismos. Para un diagnóstico preciso, es necesario descartar la presencia de patógenos y luego exponer las plantas sanas a los factores ambientales sospechosos.



Principales factores ambientales que causan enfermedades



1. TEMPERATURA

-Alta Temperatura: Las plantas expuestas a temperaturas excesivamente altas pueden sufrir deshidratación debido a la rápida evaporación del agua de sus tejidos. Esto puede resultar en la pérdida de turgencia, lo que les hace perder firmeza y soporte, causando que se marchiten. Además, las altas temperaturas pueden acelerar el metabolismo de las plantas, aumentando la demanda de agua y nutrientes que, si no se satisfacen, pueden llevar al colapso de la planta.

Puedes ayudar a disminuir la temperatura en tu cultivo siempre con ayuda de las mallas sombras. Si quieres saber más sobre su uso, consulta nuestra Guía: Malla Sombra para controlar las Altas Temperaturas.



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-Baja Temperatura: El enfriamiento puede desacelerar el metabolismo, lo que ralentiza el crecimiento y desarrollo. La congelación puede dañar las células vegetales, ya que el agua dentro de ellas se expande al congelarse, rompiendo las membranas celulares. Esto puede llevar a la muerte de tejidos y, en casos severos, de la planta entera.

Consulta nuestra Guía: Métodos para prevenir y controlar el frío en tus cultivos para encontrar recomendaciones para contrarrestar las bajas temperaturas.



Humedad en Plantas


2. HUMEDAD DEL SUELO

Baja humedad del suelo: La falta de agua en el suelo impide que las plantas absorban suficiente agua y nutrientes, lo que puede causar síntomas como crecimiento reducido, hojas de color verde pálido a amarillo, formación de hojas pequeñas, y reducción en la producción de flores y frutos. En casos extremos, la planta puede marchitarse y morir.

El uso de plástico acolchado es una técnica eficaz para mantener la humedad en los suelos agrícolas. Este método consiste en cubrir el suelo con una lámina de plástico, la cual actúa como una barrera física que reduce la evaporación del agua, manteniendo así un nivel de humedad adecuado para las plantas.



Plástico Acolchado Plata Uso


Esta técnica es especialmente útil en regiones con climas áridos o durante periodos de sequía, contribuyendo a una gestión más sostenible del recurso hídrico.

Alto contenido de humedad en el suelo: El exceso de agua puede saturar el suelo, desplazando el oxígeno necesario para la respiración de las raíces. Esto puede causar pudrición de raíces, pérdida de vigor, y marchitamiento de la planta. Además, un suelo excesivamente húmedo puede favorecer el desarrollo de patógenos como hongos que causan enfermedades radiculares.

Golpe de agua: Ocurre cuando plantas acostumbradas a baja humedad reciben un riego excesivo de manera repentina. Esto puede causar que los frutos y órganos suculentos se agrieten debido a la rápida absorción de agua.



Baja concentración de oxígeno: El exceso de agua en el suelo puede reducir la disponibilidad de oxígeno, esencial para la respiración radicular. Esto puede llevar a la asfixia de las raíces, especialmente en tubérculos, frutos carnosos y hortalizas suculentas. En condiciones de alta temperatura, la falta de oxígeno puede causar la muerte celular y decoloración en el tejido interno de la planta.

Las macetas de poda de aire, como las macetas Air Growers, son una excelente solución para mejorar el drenaje y la oxigenación de las raíces. Estas macetas están diseñadas con paredes perforadas que permiten una mayor circulación de aire alrededor de las raíces. Esta característica facilita la poda aérea, un proceso natural donde las raíces al llegar al aire se deshidratan y se detienen, lo que estimula la formación de nuevas raíces más finas y ramificadas.



airgrower


Consulta nuestra guía: Macetas de Poda de Aire en Hidroponía - Una Guía Paso a Paso para más información sobre su uso.

Corazón vacío: En tubérculos como la papa, el exceso de nitrógeno combinado con alta humedad puede causar agrietamiento interno, formando cavidades en el corazón del tubérculo.



3. ILUMINACIÓN

Deficiencia de luz: La falta de luz afecta el proceso de fotosíntesis, esencial para la producción de energía en las plantas. En plantas jóvenes, la deficiencia de luz puede causar etiolación, donde las plantas crecen alargadas y delgadas en un intento por alcanzar más luz, volviéndose susceptibles al acame.

En plantas maduras, la falta de luz puede causar clorosis (amarillamiento de las hojas), escaso desarrollo y caída prematura de flores y hojas debido a la insuficiente producción de energía.

Consulta nuestra Guía Práctica: La Importancia de la Luz en el Cultivo para saber más al respecto.



Falta de Luz


Exceso de luz: Aunque generalmente no causa daño, el exceso de luz puede provocar quemaduras en las hojas y frutos, especialmente en plantas que no están adaptadas a la luz intensa. El "quemado del sol" puede manifestarse como manchas de color café rojizo en frutos y manchas plateadas o café claro en las hojas de plantas de sombra o semi-sombra.



Exceso de Luz


4. PRÁCTICAS AGRÍCOLAS INADECUADAS

Aplicación Incorrecta de Químicos: El uso inadecuado de insecticidas, fungicidas y fertilizantes, especialmente en dosis altas o en épocas inapropiadas, puede causar quemaduras en las hojas, manchas y oscurecimiento de los frutos. Esto puede afectar la apariencia y calidad de las cosechas.

Consulta nuestra Guía: Tipos de fertilizante y su aplicación para conocer sobre su aplicación adecuada, así como nuestra Tabla de aplicación de Insecticidas, Bactericidas y Fungicidas, como referencia de las dosis adecuadas a utilizar en caso de tener que controlar una plaga.



Falta de Luz


Mal Manejo del Riego: El riego insuficiente o excesivo puede causar estrés hídrico o saturación del suelo, respectivamente, ambos perjudiciales para las plantas.

Consulta nuestra Guía: ¿Qué es el riego? para más información sobre cÓmo manejar un riego adecuado.



¿Qué es el Riego?


Rotación de Cultivos: La falta de rotación de cultivos puede agotar el suelo de nutrientes específicos y aumentar la incidencia de plagas y enfermedades específicas del cultivo.

Preparación Inadecuada del Suelo: No preparar adecuadamente el suelo, como no des-compactarlo o no enmendarlo con materia orgánica, puede afectar la capacidad de las raíces para crecer y absorber nutrientes.



Enfermedades Bióticas



Las enfermedades bióticas son causadas por la infección de un patógeno en una planta. Este patógeno se reproduce rápidamente y puede infectar a otras plantas, siendo considerado un parásito. De la amplia variedad de organismos vivos, solo unos pocos parasitan plantas, entre ellos: hongos, bacterias, fitoplasmas, plantas parásitas, protozoarios, nematodos, insectos y virus.

Para más detalles sobre estos patógenos, consulta nuestra guía Fitopatología: Bacterias, Hongos, Virus y Nematodos en Cultivos.



Minador de Hoja


Las enfermedades más comunes se pueden transmitir por insectos como los áfidos; sin embargo, el viento y otros animales (incluyendo al hombre) también son un factor de transmisión de enfermedades en las plantas.



Tipos de Parásitos y su Relación con las Enfermedades en las Plantas



Los parásitos en las plantas son organismos que viven a expensas de las plantas, causándoles enfermedades al invadir sus tejidos y aprovecharse de sus nutrientes. Estos parásitos, que incluyen hongos, bacterias, virus, nematodos y plantas parásitas, tienen una relación directa con las enfermedades de las plantas, ya que al infectar, colonizar y reproducirse dentro de ellas, generan síntomas como manchas, podredumbre, marchitamiento y deformaciones, afectando la salud y productividad de las plantas.



Podemos clasificar los parásitos en dos tipos:



PARÁSITOS OBLIGADOS: Los parásitos obligados son organismos que solo pueden vivir y reproducirse dentro de células vivas de plantas específicas. Ejemplos incluyen hongos oomicetos, virus como el virus del mosaico del tabaco, y bacterias como Candidatus Liberibacter.

Estos parásitos dependen totalmente de las células vivas del hospedante, lo que los hace menos destructivos a corto plazo, pero pueden debilitar a las plantas con el tiempo. Al invadir los tejidos de la planta, los parásitos obligados causan enfermedades que se manifiestan en síntomas como manchas, deformaciones y cambios de color.

Aunque necesitan mantener vivas las células hospedantes, pueden afectar seriamente la salud y productividad de las plantas.



PARÁSITOS FACTULTATIVOS: Los parásitos facultativos son organismos capaces de vivir en tejidos vivos y muertos, liberando toxinas y enzimas que destruyen las células de la planta. Ejemplos incluyen bacterias como Pseudomonas syringae, hongos como Botrytis cinerea y nematodos de los nódulos de raíz (Meloidogyne spp.).

Estos parásitos causan síntomas graves como necrosis, podredumbre y deformaciones en las plantas. Estos parásitos se reproducen y diseminan rápidamente a través de esporas y huevos, infectando grandes áreas de cultivos. Pueden sobrevivir en el medio ambiente en residuos de plantas y suelo, lo que les permite re-infectar plantas cuando las condiciones son favorables.



Ciclo de la Enfermedad de la planta



INOCULACIÓN: Es el momento en que el patógeno y la planta entran en contacto. Este es el primer paso crítico en el ciclo de la enfermedad, y es donde comienza la posibilidad de una infección.



TIPOS DE INOCULOS:



- Hongos: Micelios o esporas, que son estructuras reproductivas capaces de iniciar una nueva infección.

- Bacterias, fitoplasmas y virus: Todo el organismo o colonia bacteriana, y partículas virales completas.

- Nematodos: Huevos, juveniles o adultos que pueden invadir la planta.

- Plantas parásitas: Semillas o fragmentos de la planta parásita que pueden germinar y crecer en el huésped.



EL INÓCULO PUEDE ESTAR Y TRASPORTARSE EN:

- El suelo: A través de esporas, bacterias o huevos de nematodos presentes en la tierra.

- Semillas no tratadas: Contaminadas con patógenos que pueden infectar las plántulas.

- Plantas y campos cercanos: Que albergan patógenos capaces de dispersarse.

- Animales en contacto con el cultivo: Que pueden llevar esporas, bacterias o virus en su pelaje o patas.

- Viento: Que puede transportar esporas de hongos y partículas virales a largas distancias.

- Agua Contaminada: Que puede dispersar patógenos en el suelo o sobre las plantas.

- Otros objetos: Como herramientas de jardinería, maquinaria agrícola y ropa humana que pueden llevar patógenos.

Solo se requiere una pequeña cantidad para que la infección comience.



Ciclo de una bacteria


PENETRACIÓN DEL PATÓGENO:

Una vez que se ha hecho el contacto, el parásito comienza a desarrollarse y se prepara para entrar a la planta. La penetración puede ocurrir de varias maneras:

- Directa: El patógeno penetra la superficie de la planta mediante enzimas que descomponen las barreras celulares.

- A través de aberturas naturales: Como estomas (poros en las hojas), lenticelas (aberturas en los tallos) y hidátodos (estructuras que exudan agua).

- A través de heridas: Causadas por insectos, herramientas de poda o condiciones ambientales adversas.



INFECCIÓN EN LA PLANTA:

El patógeno entra en contacto con células o tejidos susceptibles de la planta. Las células de la planta deben ser capaces de proporcionar suficientes nutrientes para ambos, permitiendo que el patógeno se desarrolle y se reproduzca dentro de la planta.



INCUBACIÓN DEL PATÓGENO:

Es el periodo de tiempo entre la inoculación y la aparición del síntoma. Durante la incubación, el patógeno se establece y comienza a causar daño a la planta. Para que se produzca una infección no basta con el contacto físico, sino que se deben cumplir algunas condiciones:

- El parásito debe de estar en una etapa patogénica virulenta capaz de causar una enfermedad.

- La planta debe de estar en una etapa susceptible al patógeno, o sea, en un estado de desarrollo o salud deteriorada que permita la infección (por eso es importante mantener a la planta en condiciones adecuadas).

- Las condiciones de temperatura y humedad deben ser favorables para el patógeno; ya que cada patógeno tiene requerimientos específicos de clima para prosperar.



COLONIZACIÓN O INVASIÓN:

Durante esta etapa, los organismos se dispersan en los tejidos, órganos o en toda la planta. El patógeno se mueve a través de la planta utilizando el sistema vascular o directamente a través del tejido intercelular.



Nematodos


CRECIMIENTO Y REPRODUCCIÓN:

El patógeno se propaga cada vez más en los tejidos de la planta, lo que puede llevar a la muerte de la planta o a la detención del desarrollo de la infección por mecanismos de defensa de la planta. Durante este periodo, los fitopatógenos se reproducen y se esparcen a lo largo de todo el cultivo de distintas maneras:

- Hongos: Producen esporas asexuales y sexuales, que son liberadas al medio ambiente para iniciar nuevas infecciones.

-Plantas parásitas: Se reproducen por semillas que germinan en contacto con la planta huésped.

-Bacterias, fitoplasmas y protozoarios: Se dividen por mitosis, multiplicándose rápidamente.

-Virus: Se replican dentro de las células de la planta, utilizando la maquinaria celular del huésped.

-Nematodos: Producen huevos que eclosionan en juveniles y adultos, continuando el ciclo de vida en otras plantas.



DISEMINACIÓN DEL PATÓGENO:

Es la forma en la que se esparcen las partes infecciosas de los microorganismos patógenos al medio ambiente para colonizar otras plantas. La diseminación puede ser:

- Diseminación activa: Requiere de energía por parte del patógeno para esparcir la infección, como el movimiento de nematodos en el suelo.

- Diseminación pasiva: No requiere de energía del patógeno, sino que depende de agentes dispersantes como el aire, agua, insectos u otros animales. Por ejemplo, el viento puede llevar esporas de hongos a largas distancias.



Temperatura en Plantas


SUPERVIVENCIA DEL PATÓGENO:

Los organismos sobreviven fuera de su hospedante al desarrollarse en otro ambiente o al mantenerse en latencia, permitiendo que el patógeno persista hasta que encuentre un nuevo huésped. Los mecanismos incluyen:

- Hibernación: Los patógenos permanecen en estado latente durante las temperaturas bajas del invierno, como en el caso de esporas fúngicas en el suelo.

- Estivación: Los patógenos permanecen en estado latente durante temperaturas altas y condiciones secas del verano, como algunos nematodos que se enquistan.



Métodos de Prevención y Control de Enfermedades en las Plantas

Los métodos de prevención son esenciales para minimizar la incidencia de enfermedades en las plantas y pueden incluir prácticas culturales, químicas y biológicas. La rotación de cultivos, la selección de variedades resistentes, y la implementación de buenas prácticas agrícolas, como el saneamiento y la eliminación de residuos de plantas infectadas, son estrategias clave para prevenir la propagación de patógenos.

Además, el uso de tratamientos de semillas y la aplicación de productos biológicos, como microorganismos benéficos que antagonizan los patógenos, pueden reducir significativamente la presión de enfermedades antes de que se establezcan en el cultivo.

Consulta nuestra Guía Completa de Prevención de Plagas: Métodos y Técnicas para que puedas planear estrategias que te ayudan a contrarrestar la presencia de plagas y enfermedades en tus cultivos.



Control Fitosanitario


En caso de que las enfermedades logren establecerse, es crucial implementar métodos de control efectivos para minimizar el daño y la propagación. Los métodos de control pueden ser químicos, utilizando fungicidas, bactericidas o nematicidas específicos; biológicos, introduciendo organismos naturales que parasiten o inhiban a los patógenos; y físicos, como el uso de calor o solarización del suelo para eliminar patógenos presentes.

Consulta nuestra guía sobre Métodos de control fitosanitario Agrícola: Control y Eliminación para aprender más sobre las opciones que tenemos para corregir el año echo a nuestros cultivos.



Métodos de Control y Eliminación


Además, el monitoreo constante y la identificación temprana de síntomas permiten una intervención oportuna, lo que es fundamental para gestionar eficazmente las enfermedades y proteger la salud y productividad de los cultivos. Combinando medidas preventivas con estrategias de control integradas, es posible mantener los patógenos bajo control y asegurar cultivos saludables y productivos.



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GUIAS



Fitopatología: Bacterias, Hongos, Virus y Nematodos en Cultivos

Guía: Enfermedades de las Plantas.

Guía: Tipos de plagas en cultivos

Métodos de control fitosanitario del Cultivo: Prevención

Métodos de control fitosanitario Agrícola: Control y Eliminación

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