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Selección y Uso de Charolas de Germinación: Consejos Prácticos


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Las charolas de germinación son una herramienta esencial para cultivar, ya que permiten producir hortalizas, árboles frutales, forestales, plantas aromáticas, flores, plantas de ornato, cactáceas y suculentas. Estas charolas ayudan a optimizar la germinación y el desarrollo de las semillas. Se recomienda utilizarlas en aquellos casos en que la siembra sea directamente sobre el lugar donde vas a cultivar.

La siembra indirecta en charolas permite mantener bajo control las condiciones de germinación de la semilla y el posterior desarrollo de la planta, hasta el momento del trasplante.

Las charolas se presentan en distintas formas y con diferente número de cavidades, estas pueden ser de larga vida (por lo general duran 10 años y son más caras) o de corta vida (por lo general duran 3 años pero son más económicas). La forma de seleccionar la charola más adecuada depende del tipo de planta a cultivar, el mercado al que está dirigido, el tipo de clima, entre otros factores.

 

Una vez que sabemos que plantas pondremos a germinar y las condiciones a las que estarán expuestas, debemos seleccionar:

-Una charola que nos asegure una excelente calidad en sus materiales.

-Debe de tener un diseño adecuado para lograr una rápida y saludable germinación.

-Sus cavidades deben brindarle a la semilla el espacio óptimo para el desarrollo de la plántula.

-Debe permitir la extracción del cepellón con facilidad, de forma limpia, con raíces totalmente formadas y compactas, sin que estas se introduzcan en los alvéolos.

-El orificio de salida de agua debe tener un diámetro adecuado para un drenaje correcto, sin que se pierda o tenga más humedad.

-Debe brindarnos raíces adecuadas y sanas, sin adherencias a las paredes de la cavidad y sin perder los cilios.

El material del que están fabricadas las charolas debe ser estéril y no reaccionar con algún compuesto químico dentro del sustrato o con el riego, así mismo debe ser lo suficientemente fuerte para que las raíces no penetren o rompan las charolas, el material debe impedir que se adhieran las raíces en las paredes de la cavidad y su diseño no debe permitir la propagación de cualquier clase de infección.

La distribución y la forma de cada cavidad es importante, puede ser cuadrada, redonda o cuadrada con esquinas redondeadas, más ancha en la parte superior y simulando un cono invertido, lo cual ayuda a agilizar el proceso de siembra, facilitar la extracción y favorecer la distribución de las raíces evitando malformaciones, además ayudará a que el riego sea más eficiente, con lo cual se disminuye el gasto de agua.

El drenaje en cada cavidad también es importante, ya que cada charola con orificios pre-cortados, debe permitir la correcta salida del agua excedente, pero sin arrastrar el sustrato, de esta manera se asegura la humedad adecuada y el crecimiento óptimo de los cultivos.

Cuando se producen árboles, ya sean forestales o frutales, es importante que el crecimiento radicular sea hacia abajo, por lo tanto una buena profundidad nos dará plántulas más sanas y adecuadas para el trasplante.

Cuando se cultiva a nivel comercial, el número de cavidades es esencial para la producción, además de que gracias a las características de cada charola, el crecimiento de las plántulas es homogéneo.

Por último debe ser fácil de limpiar y desinfectar para su uso posterior.

Una buena charola de germinación le dará un excelente inicio a tu cultivo, evitando el desperdicio de semillas al tener un mayor control en los espacios, proporcionando homogeneidad en las plantas y permitiéndote seleccionar las plántulas más aptas para el desarrollo.

Las charolas que cuentan con 21 o 32 cavidades, con una profundidad que puede variar de 5 a 15 cm, se utilizan por lo general para el cultivo de plantas forestales, frutales, plantas de ornato o cualquier tipo de semilla grande (por lo general menor a 4 cm y mayor a 1 cm), también se puede ocupar para la producción por esqueje de plantas forestales, de ornato o frutales.

 

Las charolas que cuentan con 50 o 72 cavidades, con una profundidad de 4 a 6 cm se utilizan generalmente para el cultivo de plantas forestales, frutales, plantas de ornato, hortalizas aromáticas, flores o cualquier tipo de semillas medianas (menor a 3 cm y mayor a 1 cm), también se puede ocupar para la producción por esqueje de plantas hortícolas, de ornato o frutales.

Las charolas que cuentan con 105, 128, 162, 200 o 288 cavidades, con una profundidad de 3 a 4 cm se utilizan regularmente para el cultivo de plantas hortícolas, aromáticas, flores, de ornato, cactáceas, suculentas o cualquier semilla chica (menor a 2cm y mayor a 1mm), también se puede ocupar para la producción por esqueje de plantas hortícolas, de ornato o frutales.

Otra opción son las charolas lisas, las cuales pueden ser muy útiles como reservorio de agua sobre el que descansan las charolas con cavidades. Al colocar un pequeño sistema de oxigenación, estas pueden ayudar a favorecer el crecimiento radicular para cultivos destinados a sistemas como el NFT, NGS o el Raíz flotante, así como cultivos Aeropónicos y Acuapónicos.

También se pueden utilizar para germinar cultivos en sustrato, aunque tendríamos que trazar a mano las cavidades según las distancias a ocupar. Igualmente se pueden ocupar para realizar una germinación con una siembra al voleo (esparciendo las semillas lo más homogéneamente posible) de plantas u hortalizas con semillas muy pequeñas, lo cual te permitiría seleccionar a las plántulas más adecuadas, sin embargo, el crecimiento no sería parejo.

 

 

  Cultivo de plantas y hortalizas por acodo.  
  Cultivo de plantas y hortalizas por estacas y esquejes.